La doctrina es una salvaguardia contra el error. Nuestra salvación eterna puede depender de un entendimiento correcto de la doctrina bíblica. Pedro advirtió contra los falsos maestros que por avaricia se aprovechan de los cristianos inconstantes con palabras fingidas (2 Pedro 2:3) y seducen a las personas inestables con su engaño (v. 14). Los pecadores egocéntricos, en ceguera y desobediencia, tienen una percepción errada de la persona de Dios. Estos errores condujeron al paganismo, humanismo y rechazo
Page 20